Las Burbujas financieras se producen
cuando la cotización en la bolsa deja de reflejar la marcha de la economía
real. El problema de las burbujas es que una vez que alcanzan cierta altura
explotan. Eso le sucedió a nuestro mundo en los últimos meses de 1929.
Nada
hacía pensar en marzo de 1928 cuando las acciones de Wall Street subían
rápidamente que unos meses después todo colapsaría.
En
1928 en la Vieja Europa, la precaria Paz de Versalles soportaba constantes fluctuaciones comerciales,
mientras que, se extendía el florecimiento económico bajo el predominio
estadounidense desde 1923. Gran
Bretaña fue uno de países beneficiados por el flujo de capitales estadounidenses
entre los años 1923 y 1928.
Las
inversiones permitieron la reconstrucción europea pero fueron chocando poco a
poco con medidas proteccionistas que impidieron la colocación de diferentes
productos.
En
Estados Unidos la situación era parecida a la actual. Si enfrentamos una crisis
similar en pocos años o meses sepan que no es pura coincidencia. La Humanidad
comete errores todo el tiempo y vuelve a tropezar mil veces con la misma
piedra.
Estados
Unidos de América en 1929 era rector de la economía mundial. Exportaba al
exterior capitales y mercancías. Especulaba con el valor de sus tierras
productivas y de sus acciones en la bolsa. ¿Alguién
recuerda la burbuja inmobiliaria de U.S.A en 2008? Cuando explotó, muchos
economistas argentinos hablaban de la burbuja inmobiliaria en España. ¡Cómo si
esa economía pudiera destruirlo todo! No, mis queridos, cuando hay fiebre es un
síntoma, no es la enfermedad.
En 1929, la crisis en Wall Street hizo que los capitales estadounidenses se retiraran de Europa y el Viejo continente entró en una depresión pasmosa. Era algo nunca antes visto. Hasta ese momento John Maynard Keynes había sido un fiel partidario del monetarismo.
En 1929, la crisis en Wall Street hizo que los capitales estadounidenses se retiraran de Europa y el Viejo continente entró en una depresión pasmosa. Era algo nunca antes visto. Hasta ese momento John Maynard Keynes había sido un fiel partidario del monetarismo.
Las
políticas del laissez-faire, el dejar hacer que solo benefició a los más ricos,
acabaron en 1932. Franklin D. Roosevelt
venció a Herbert Hoover en las elecciones presidenciales de ese año.
Roosevelt, hombre brillante, llamó a Keynes para que lo asesorará. J. M. fue al rescate. Franklin D. lo sabía. Ambos eran los hombres correctos, en el lugar correcto en el tiempo indicado.
Roosevelt, hombre brillante, llamó a Keynes para que lo asesorará. J. M. fue al rescate. Franklin D. lo sabía. Ambos eran los hombres correctos, en el lugar correcto en el tiempo indicado.
En
mi humilde opinión, J. M. Keynes es uno de los economistas más importantes de
la Historia. Escribió su obra Teoria general de la Ocupación, el Interés y
el Dinero en 1936.
Franklin D. Roosevelt había puesto en marcha el New Deal.
Franklin D. Roosevelt había puesto en marcha el New Deal.
A la
larga todo estaría bien en los Estados Unidos de América. Pero, en Europa la
república de Weimar (Alemania) había caído; primero en la Crisis económica y
luego en el Nazismo. La pesadilla de la Gran Guerra comenzaba su Segundo Acto.
Lía
Olga Herrera Soto
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