lunes, 26 de junio de 2017

La economía según John Maynard Keynes

Es posible afirmar que hasta la crisis económica de 1929, John Maynard Keynes era el perfecto defensor de la economía neoclásica.

La Gran Depresión abrió los ojos de John Maynard sobre la imposibilidad de una economía basada totalmente en las idas y vueltas del mercado. Comprendió que el laissez-faire (dejar hacer) los había metido en ese desastre y que solo con una intervención de los gobiernos la economía mundial podría salir adelante.
En 1936, Keynes culmina su obra Teoría general de la Ocupación, el Interés y el Dinero. Brinda en ella una clara explicación sobre lo que ocurría:
En primer lugar, las teorías existentes sobre el Desempleo no tenían sentido porque ni los altos salarios y ni los altos precios podían explicar el desempleo y la depresión económica.
Asi es la vida en Latinoamérica hasta el día de hoy, los señoritos juegan en la bolsa y el trabajador que apenas tiene dinero para vivir por encima de la línea de pobreza es considerado el culpable cuando se desata una crisis.
En Argentina, muchos economistas televisivos culpan a los trabajadores de las crisis porque cobran un salario. Los empresarios ven al salario como un “gasto” suyo sin comprender que sin ese salario las familias de los trabajadores no pueden acceder a  los productos.
Sin posibilidad de consumo se desintegra el mercado interno de los países. Sin los consumidores no puede haber un círculo virtuoso de la economía.
En segundo lugar, Keynes propuso una explicación alternativa en torno a la demanda agregada, o sea, en torno al gasto de los consumidores, las instituciones públicas y los inversores.
Keynes comprendió que cuando la demanda agregada es insuficiente, se pierden puestos de trabajo porque las ventas disminuyen.  Además comprobó que, la economía crece cuando la demanda agregada es alta. 
La interpretación keynesiana constituyo así la base de la economía hasta la crisis petrolera de 1973. Brindó a los países un modo de actuar ante las recesiones y las depresiones económicas: aumentar el gasto público o fomentar la inversión privada.
Si la economía sufre una ligera contracción la concesión de créditos y la reducción de los tipos de interés ( substrato fundamental de la política monetaria) estimularían la inversión privada y aumentaría la demanda agregada con el objetivo de aumentar el empleo.
Keynes hablaba de lograr “el pleno empleo”. Hoy día sabemos que eso es imposible. En el siglo XXI la tecnología y la coyuntura económica internacional no permiten la existencia de un pleno empleo en ningún país.
Cuanto mayor sea la contracción económica mayor será el riesgo de incurrir en el déficit presupuestario para llevar adelante obras públicas o subvencionando a fondo perdido a los colectivos más castigados por la crisis.
Lía Olga Herrera Soto

lunes, 12 de junio de 2017

La crisis financiera de 1929 y John Maynard Keynes


Las Burbujas financieras se producen cuando la cotización en la bolsa deja de reflejar la marcha de la economía real. El problema de las burbujas es que una vez que alcanzan cierta altura explotan. Eso le sucedió a nuestro mundo en los últimos meses de 1929.
Nada hacía pensar en marzo de 1928 cuando las acciones de Wall Street subían rápidamente que unos meses después todo colapsaría.
En 1928 en la Vieja Europa, la precaria Paz de Versalles soportaba constantes fluctuaciones comerciales, mientras que, se extendía el florecimiento económico bajo el predominio estadounidense desde 1923. Gran Bretaña fue uno de países beneficiados por el flujo de capitales estadounidenses entre  los años 1923 y 1928.
Las inversiones permitieron la reconstrucción europea pero fueron chocando poco a poco con medidas proteccionistas que impidieron la colocación de diferentes productos.  



En Estados Unidos la situación era parecida a la actual. Si enfrentamos una crisis similar en pocos años o meses sepan que no es pura coincidencia. La Humanidad comete errores todo el tiempo y vuelve a tropezar mil veces con la misma piedra.
Estados Unidos de América en 1929 era rector de la economía mundial. Exportaba al exterior capitales y mercancías. Especulaba con el valor de sus tierras productivas y de sus acciones en la bolsa. ¿Alguién recuerda la burbuja inmobiliaria de U.S.A en 2008? Cuando explotó, muchos economistas argentinos hablaban de la burbuja inmobiliaria en España. ¡Cómo si esa economía pudiera destruirlo todo! No, mis queridos, cuando hay fiebre es un síntoma, no es la enfermedad.
En 1929, la crisis en Wall Street hizo que los capitales estadounidenses se retiraran de Europa y el Viejo continente entró en una depresión pasmosa. Era algo nunca antes visto. Hasta ese momento John Maynard Keynes había sido un fiel partidario del monetarismo.
Las políticas del laissez-faire, el dejar hacer que solo benefició a los más ricos, acabaron en 1932.  Franklin D. Roosevelt venció a Herbert Hoover en las elecciones presidenciales de ese año.
Roosevelt, hombre brillante, llamó a Keynes para que lo asesorará. J. M. fue al rescate. Franklin D. lo sabía. Ambos eran los hombres correctos, en el lugar correcto en el tiempo indicado.
En mi humilde opinión, J. M. Keynes es uno de los economistas más importantes de la Historia.  Escribió su obra Teoria general de la Ocupación, el Interés y el Dinero en 1936.


Franklin D. Roosevelt había puesto en marcha el New Deal.
A la larga todo estaría bien en los Estados Unidos de América. Pero, en Europa la república de Weimar (Alemania) había caído; primero en la Crisis económica y luego en el Nazismo. La pesadilla de la Gran Guerra comenzaba su Segundo Acto.

Lía Olga Herrera Soto

jueves, 1 de junio de 2017

El crecimiento económico de los Años Locos

Culminada la Primera Guerra Mundial Europa perdió su lugar hegemónico. A partir de 1918 la hegemonía económica mundial se traslado a los Estados Unidos de América. Tal como reza la canción New York se convirtió en el centro financiero Mundial.
La Gran Guerra dejó un saldo terrible de 65 millones de personas muertas y nueve millones de mutilados. Francia, Alemania, Austria-Hungría y Rusia fueron los países más castigados por la Primera Guerra Mundial.


Francia perdió el 3,28 % de su población en 1913. Imaginen la cantidad de jóvenes y saludables hombres trabajadores que no regresaron a casa. Las mujeres tuvieron que salir a luchar para sacar adelante a sus empobrecidas familias. Lucharon por sus pequeños hijos y por su país.
El desempleo y la inflación hicieron estragos en la Europa de postguerra.  El triunfo de la Revolución Rusa en 1917 agrego más leña al fuego. La conflictividad social derivó en enormes huelgas obreras.
Los gobiernos socialdemócratas o laboristas de Europa intentaron hacer algunas reformas políticas que fracasaron en la crisis de 1929 dando lugar al surgimiento del fascismo italiano y del nazismo alemán en los años ´30 del siglo XX.


Estados Unidos pasó a ser la primera potencia mundial. Los europeos le habían solicitado grandes préstamos para sostener sus gastos de guerra y estaban en deuda con ella.
Entre 1923 y 1928 se mantuvo un crecimiento constante de la producción. Se conoce a este período como Prosperity. Los países bajo la influencia estadounidense se beneficiaron con la superabundancia de capitales invertidos en Europa y en el mundo entero.
Aumentaron las cotizaciones bursátiles. En U.S.A. la producción superó la demanda de los productos que debieron colocarse en los mercados internacionales. El proteccionismo hizo su aparición.


Entonces, la especulación de la bolsa de Wall Street se volvió preocupante. El desfase entre lo que los expertos llaman  la economía real y la bolsa comercial termino en el crack del 24 octubre de 1929.
Los Años Locos finalizaron ese jueves negro. Los Hombres más poderosos de Occidente lo perdieron todo. Enloquecidos saltaron por las ventanas de los rascacielos, tal como lo describió en su obra “Poeta en Nueva York” el gran dramaturgo Federico García Lorca.
Federico García Lorca años después sería asesinado por los Fascistas españoles de Franco en la Guerra Civil Española.
La Economía Mundial acaba de iniciar la etapa más terrible de la cual guarde memoria la Humanidad.

Lía Olga Herrera Soto

Feliz Día de l@s Amig@s!!!

 Para Sra. Saori and Sr. Yasuhiro Akimoto Hoy es Navidad, mis Amig@s de Atenea en Armas, aunque ustedes no lo sepan. Porque en Argentina c...