miércoles, 14 de diciembre de 2016

El Mercantilismo

A lo largo del siglo XVI se produjo el surgimiento del nacionalismo y con él comenzaron a desarrollarse los estados modernos.
 Los pensadores de aquellos agitados años concentraron su energía en incrementar su riqueza y su poderío  buscando establecer la grandeza de su pueblo por sobre los otros.
Prontamente, se desarrollo el mercantilismo. Su objetivo principal era garantizar el auto abastecimiento de las naciones.
Desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, el Mercantilismo imperó en Inglaterra desde donde fue irradiado hacia el resto de Europa. Para los mercantilistas la riqueza de una nación dependía de la cantidad de plata y oro que esa nación tuviese acumulada.
España se vio favorecida por las ganancias producidas en las minas de oro y plata americana, donde los pueblos originarios de América fueron obligados a aportar su mano de obra desde el descubrimiento del nuevo continente en el siglo XV hasta las guerras de independencia del siglo XIX.
En cuanto a la forma de conseguir metales preciosos, los otros países europeos debían aumentar sus reservas vendiendo mayor cantidad de productos a los que no producían dichos bienes.
Para consdeguir una balanza de pagos con saldo positivo era necesario que las otras naciones paguen la diferencia con oro y plata. Los mercantilistas comprendían así que, o bien sus países estarían siempre en guerra con los otros por la supremacía, o bien se estaría preparando para una próxima guerra.
El rey inglés Jorge III, haciendo uso de la plata y oro acumulado por Gran Bretaña, pagó a sus mercenarios. Estos combatieron contra los revolucionarios estadounidenses durante la Guerra de Independencia. 
Con esa riqueza Jorge III pudo así comprar uniformes, armas y alimentos para sus tropas. Pero, los estadounidenses como Sam Adams combatían para lograr su Libertad. Ese incentivo, esa abnegación en  el combate, ese convencimiento y sed de Justicia  pudo vencer a los mejores mercenarios del planeta. Dato que no encontrarán en los textos económicos del siglo XIX.
El ministro del rey francés Luis XIV, Jean B. Colbert (1619-1683), busco institucionalizar la venta de productos franceses apoyando a la industria del país con toda su energía.
En cuanto a la política interna de los primeros estados nacionales, se hizo casi imprescindible que los salarios fuesen bajos. Se favoreció que la población fuese en aumento. 
En la mentalidad de un mercantilista, una población mal paga y numerosa sería capaz de producir gran cantidad de bienes a bajo costo para poder venderlos al exterior. Las jornadas de trabajo se hicieron eternamente largas.
La clase dirigente, monarcas, aristócratas, clero, funcionarios del estado, se dieron todos los lujos, mientras que, en las clases populares se instituyo la idea de considerar al despilfarro un enemigo. Así, el consumo de ginebra, té  y tejidos suntuosos como la seda era mal visto en los trabajadores.
Tanta explotación e injusticia social preparó el caldo de cultivo. Todo estuvo listo en 1789 para que la  Revolución Francesa cambiara al mundo.
Lía Olga Herrera Soto

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