Del
nomadismo al sedentarismo la economía
fue una cuestión de Vida o Muerte para la Humanidad. Almacenar alimentos
excedentes o morir de hambre fueron las disyuntivas que permitieron el progreso
humano desde los más remotos tiempos históricos.
En
la Grecia Antigua, los filósofos Aristóteles y Platón disertaron sobre
cuestiones económicas tan diversas como el rol de los hombres en la polis, la
problemática de la riqueza y su relación con la propiedad y el comercio.
Durante
la Edad Media prevaleció el Derecho canónico porque la Iglesia, principal
ordenadora de la vida humana, logro imponer su ideología que condenaba la
usura. Pero; ¿Qué actitud era
considerada usura en la Edad Media? Pues ni más ni menos que el cobro de
intereses abusivos a cambio de efectivo.
Sin
embargo, cobrar dinero por un préstamo no era el problema sino que, el problema
es que se cobraba intereses sobre el tiempo en que la persona tardaba en
devolver el efectivo que le habían prestado.
Ese
era el pecado. El tiempo no podía cobrarse porque era considerado Divino.
Incluso en la actualidad, desde el punto de vista teológico cristiano el Tiempo
es Divino porque solo le pertenece a Dios.
Con
la obra Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones,
reconocida por el titulo acortado de La riqueza de las naciones, Adam Smith da inicio al estudio de la
economía como ciencia independizada de la filosofía y de la política en 1776.
Adam Smith fue
un filósofo y economista nació en Escocia.
Su obra fue precedida por el mercantilismo y la fisiocracia de las cuales
disertaré en los próximos posteos.
Lía
Olga Herrera Soto
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