La escuela clásica se basó en el principio de escasez. Los economistas neoclásicos como William
Stanley Jevons (Gran Bretaña) Karl
Menger (Austria) y Léon Walras
(Francia) concentraron su atención en la interpretación de las preferencias de
los consumidores en términos psicológicos a partir de la década de 1870.
De esa forma fue que los economistas dieron un giro de 360
grados a la economía porque abandonaron las limitaciones de la oferta para
comprender la formación de precios en la Ciencia Económica.
Como unos auténticos visionarios comprendieron el “deseo del consumidor” antes que la
moderna psicología. Los economistas neoclásicos, también llamados neoliberales
a partir de 1945, estudiaron la utilidad o satisfacción obtenida con la última
unidad consumida, llamada también unidad marginal en algunas enciclopedias
económicas.
Los neoclásicos, a diferencia de Marx y de David Ricardo,
no explicaron la formación de precios en función de la cantidad de trabajo
necesaria para producir los bienes.
Los neoclásicos explicaron la formación del precio en
función de la intensidad de la preferencia de los consumidores en obtener una
unidad adicional de un determinado producto.
Sin embargo, no sería hasta la crisis de 1930, primero y
hasta la crisis del petróleo de 1973, después, en que los neoliberales o
neoclásicos, se harían valer en la vida política de Occidente.
Lía Olga Herrera Soto
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