Como comenté en mi post anterior los economistas son
francamente brillantes. Nos explican de modo incomprensible conceptos
dificilísimos que impactan en nuestras vidas.
Si prestamos atención veremos que entre ellos existen
hombres mal intencionados que como las vacas, nos pasan por encima, como si nosotros
fuésemos alambres caídos.
Afortunadamente, los economistas serios existen. Son quienes
me explicaron a mí lo que yo intentaré explicarles a ustedes. No escribiré sus
nombres porque yo y solo yo soy responsable de mis palabras y de mis actos.
Bien, comencemos… En cada sociedad humana existe una
organización de la producción, distribución y empleo de bienes y servicios.
Esos es lo que llamamos sistema económico.
Todo sistema económico tiene que enfrentarse tarde o temprano
con la escasez, que se dice fácil pero, es un problema terrible para cada
sociedad. La escasez se da porque los recursos para satisfacer una necesidad
son limitados y no puede entonces producirse la cantidad necesario de bienes y
servicios que la sociedad necesita.
Los sistemas económicos mutan a través del tiempo, cambian y
evolucionan y a veces retroceden porque, aunque nos digan lo contrario, el
progreso indefinido de la Humanidad no es algo seguro que si o si va a suceder.
El premio de economía Paul Samuelson (Introducción al
análisis Económico. Ed. Mc Graw Hill) definió la economía como “el estudio de cómo los hombres y la
sociedad escogen y seleccionan, con o sin uso del dinero, la utilización de los
recursos productivos escasos para producir bienes, en un periodo de tiempo dado
y distribuirlos para ser consumidos por la sociedad”.
Para el economista socialista Oscar Lange (Economía
Política. Fondo de Cultura económica) sostiene que “es la ciencia de las leyes sociales que rigen la producción y las
distribución de los medios materiales
que sirven para la satisfacción de las necesidades humanas”.
Cualquier definición que uno prefiera lo cierto es que las
clases trabajadoras son bombardeadas con imágenes, videos, sonidos, mensajes
mediante los cuales se les dice cómo
necesitan vivir para convencerse de que están vivo.
Si una persona se
engaña a sí misma, si no sabe cuáles son sus circunstancias y sus posibilidades
de mejoría nunca sabrán cómo resolver sus problemas.
Las propagandas le venderán un auto importado súper caro,
pero le pagaran sueldo mínimo en caso de que tenga trabajo. Es el maquiavelismo
del Mal y de la Política. Recuerden la
frase horrorosa de Mauricio Macri refiriéndose al salario de los trabajadores
no como un Derecho Adquirido sino como
un “Costo” de los empresarios, quienes no tendrían sus empresas si los
Trabajadores no existieran.
Sostengo este pensamiento para que observen como en economía
todo es cuestión de perspectiva. Eva Duarte de Perón, Evita para los Humildes
Trabajadores de Argentina, sostenía que “donde
hay una necesidad hay un Derecho”. Coincido con Ella.
Mi primera tarea es preguntarme; ¿puedo vivir sin trabajar?
Luego tengo que preguntarme; ¿mi salario es un gasto o mi derecho? Finalmente,
¿por qué no estudie seriamente sobre cuestiones económicas en la escuela?
¿Tiene eso algo que ver con que he sido un mal estudiante de matemáticas? Si es
así; ¿A quién beneficia que yo no entienda nada de matemáticas ni de economía?
Pensar es un acto voluntario. Atrevámonos a pensar.
Lía Olga Herrera Soto
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