El 6
de agosto de 1945 se lanzó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la primera
bomba atómica.
Según la revista científica Muy
Interesante:… “cuando estaba a punto
de terminar la Segunda Guerra Mundial, Una bomba de uranio llamada "Little Boy" fue
lanzada por el mítico avión Enola Gay sobre Hiroshima (Japón) y causó más de
100.000 muertes, además de destruir la ciudad. (…) Explotó a 590
metros de altura, liberando una energía equivalente a 13
kilotones (13.000 toneladas) de TNT”…
Siempre dijo la Voz callejera
que los estadounidenses habían lanzado la bomba para obtener la supremacía
mundial, en desmedro del poder bélico soviético, argumento con el cual no
estoy de acuerdo.
Si Truman
autorizo a lanzar la bomba atómica en Hiroshima lo hizo con un conocimiento
relativo sobre los alcances destructivos del invento, sopesando la causa -
beneficio en cuanto a que la guerra trajo millones de muertos y no quería
perder ni un soldado estadounidense más en ella.
Es monstruosa la idea del Mal Menor y
a Nivel Humano es Inaceptable un bombardeo atómico, como Inaceptables fueron el
bombardeo de Gernika en la Guerra Civil Española a manos de los fascistas de
Franco y de Hitler, o el bombardeo de Coventry en manos de los nazis, o el
bombardeo de Dresde en manos aliadas.
Seamos imparciales y pensemos en las
circunstancias que llevaron a arrojar una bomba atómica. Analicemos la
situación de Truman, en su rol de Presidente de los Estados Unidos de
América, pensemos en una Guerra Total donde el enemigo se inmola a sabiendas de
que a largo plazo no puede vencer.
Tu
país ha perdido una cantidad desesperante de soldados en Europa y en las
terribles batallas del Pacífico.
Los nazis se rindieron, Hitler se
suicidó y te preparas junto a Francia, Rusia e Inglaterra para enjuiciar a los
malditos en Nuremberg. Sin
embargo, la guerra continúa en el Pacífico.
Allí, la población japonesa se
prepara para resistir cuerpo a cuerpo cualquier intento de los
Estados Unidos de desembarcar en sus tierras. Fue en esa situación que la
bomba de Hiroshima explota.
Grave crimen de Guerra es la
bomba atómica lanzada sobre Nagasaki el 9 de agosto de 1945. Estados Unidos y
su presidente Truman no pueden argumentar desconocer los alcances de la energía
atómica.
El Emperador y los Generales,
especialmente Tojo, continúan la Guerra y sacrifican a su pueblo para continuar
gozando de sus privilegios.
Los enemigos se han compenetrado en
el Mal de La Violencia, una de las enfermedades más mortales de la humanidad.
En esos momentos son idénticos. No hay perdón posible en mi corazón para
los Señores de la Guerra.
Los muy jóvenes desconocen el hecho
de que las victimas de la radiación morían sufriendo intensos dolores y
pidiendo “Agua”. Tal vez que puedan comprender mi
gesto cuando reparen en este doloroso detalle.
En Honor a las víctimas pondré el 6 y el 9 de
agosto un cuenco con agua en mi jardín, para que sus almas convertidas en
pájaros puedan beber en Paz y tal vez calmar la Sed de Justicia que tanto
merecen.
Lía Olga Herrera Soto